Cuando volví a jugar a Warhammer hace unos meses, tenía claras dos cosas:
2 - Quería un ejército nuevo.
Esto es, necesitaba pintar un montón de miniaturas en poco tiempo. A las tres semanas, estaba jugando a 2000 puntos con mi ejército de Elfos Silvanos. Aquí os presento la técnica que utilicé, la pintura con tintas.
Esta técnica es principalmente rápida y efectiva. No da a las miniaturas un acabado perfecto, pero sí más que correcto. Es ideal para esas grandes masas de tropa que estamos deseando pintar enseguida, pero no lo uses con tu mejor personaje. Y si además eres, como yo, un pintor tirando a mediocre, vas a conseguir un nivel de pintado al que de otra forma quizá no llegarías.
Pasos:
1 - Imprima la miniatura en negro o, mejor aún, en gris. Hazlo con la arena de la peana ya pegada.
2 - Con un spray blanco, intenta determinar por dónde incide la luz en la miniatura. Piensa en unos puntos imaginarios de donde proviene esa luz y aplica pintura blanca con el spray desde esos puntos. Lo más sencillo, aunque puedes probar otras formas, es desde delante/arriba y desde detrás/arriba, más o menos así:

Así, si lo has hecho bien, tendrás una miniatura básicamente imprimada en blanco, pero con algunas zonas en gris o en negro (las zonas en las que el spray no llega por darlo sólo desde dos puntos).
3 - Pinta la miniatura con tintas o con pintura diluida. Aplica más o menos cantidad para una capa, respectivamente, más oscura o más clara. Verás como, de forma completamente natural, las zonas grises quedan más oscuras (porque la tinta se deposita en una base más oscura), y también los recovecos (porque se deposita mayor cantidad de tinta). De un sólo golpe hemos hecho lo que con técnicas tradicionales haríamos en capa base, sombreado, y luces.
Otras consideraciones:
1 - En mi opinión, es mejor dar la primera imprimación en gris que en negro. Las tintas no tapan el negro, y esas zonas que tenían que quedar "más oscuras" a veces te quedarán "negras". En muchas partes de la miniatura es lo mejor, pero puede ser peligroso. Como dice Christian, un coautor de este blog, a mi Noble Elfo Silvano "parece que lo han tirado una bomba atómica justo a su derecha".
2 - Experimenta con los puntos de luz. Como he dicho, uno delante/arriba y otro /detrás/arriba es lo más básico y te funcionará siempre, pero otras formas menos convencionales pueden ser aún más impresionantes.
3 - ¡¡¡No te salgas!!! Si vas a pintar dos o más partes de la miniatura con tintas, no pintes con una tinta una que después pintarás con otra. La segunda tinta no tapará la primera, y se notará el error. Si te sales y pintas con tinta una parte de la miniatura que después vas a pintar con pinturas normales, no hay problema (la pintura sí tapa la tinta y no se nota nada).
4 - Usa la pintura con tintas para la peana. Si has pegado la arena antes de imprimar la miniatura, verás como ésta queda también blanca/gris/negra, según la luz. Aprovéchalo, pinta la arena con tinta marrón y con una sola capa quedará fantástica.
5 - No funciona con pinturas metalizadas: La luz incide de forma distinta sobre los colores metalizados. Mejor sigue pintando esas armaduras como lo hacías antes.
Y ahora, un ejemplo práctico. Un eslizón pintado en algo menos de 7 minutos (contando el tiempo esperando a que se seque la tinta y el de hacer las fotografías)
El eslizón imprimado en gris. El blanco se ve poco
Cerbatana: Tinta marrón. Piel: Tinta verde. Una sola capa. Fijaos en cómo quedan más oscuros el vientre y los recovecos de la cara.
Completando detalles
Sólo falta la peana, y...
El eslizón terminado.